
Conoce a Flor

Hola! Mi nombre es Florencia Ciravegna,
soy Psicóloga y Psicopedagoga (M.N 71.277).
Estudié en la Universidad del Salvador (USAL) y me recibí como psico en 2018, profesión que me identifica y convoca plenamente.
Mientras cursaba la carrera hice un voluntariado acompañando a niños en el sector de internación pediátrica del Hospital Italiano.
Lo recuerdo como una experiencia de
mucho aprendizaje.
En mis primeros años de recibida trabajé en diferentes colegios como profesional de apoyo, acompañando a niños y adolescentes en su proceso de integración escolar.
Si bien disfruté y aprendí mucho del trabajo en escuelas, siempre supe que mi principal vocación estaba en la atención clínica.
Por eso decidí realizar una especialización en Psicología Clínica en el departamento de salud mental del Hospital de Clínicas, obteniendo una formación integral dedicada a la asistencia y acompañamiento de pacientes con diversas patologías.
También, realicé un Posgrado en Psicoterapia Psicoanalítica dinámica y focal para adultos, en el Centro de Estudios en Psicoterapia (CEP), formación que actualizó ampliamente mi manera de abordar la clínica.
Atendiendo tanto en el hospital como en consultorio particular, tuve la oportunidad de acompañar a muchas personas y aprender de su diversidad de historias, contextos y subjetividades.
Esta enriquecedora experiencia, sumada a la constante curiosidad, lectura y formación, me fueron impulsando a desarrollar una mirada más holística del ser humano.
Todas nuestras áreas - mental, física, social y espiritual -, están inevitablemente interconectadas y se influyen entre sí, por lo que considero muy importante tenerlas en cuenta y abordarlas si buscamos estimular nuestra salud de forma más integral.
Así fue que surgió Osilogía, desde el deseo y entusiasmo por crear un espacio de encuentro terapéutico que fuera dinámico, cercano y creativo, y nos permita trabajar simultáneamente en nuestro bienestar mental, físico y espiritual.
Para mi, combinar el trabajo psicoterapéutico con la posibilidad de caminar mientras reflexionamos, a la vez que cultivamos la capacidad de estar presentes en conexión con la naturaleza, es la mejor forma de acompañar a cada persona en el camino de crear su propio oasis interior:
Un espacio de calma, paz y bienestar donde puedan coexistir en salud y armonía nuestros pensamientos, emociones, cuerpo y espiritualidad.